Los medios informativos están saturados por la gran cantidad de información publicada que gira en torno a acusaciones y señalamientos que realizan los partidos de oposición, mismos que se distribuyen viralmente a lo largo de la red para deleite de algunos y coraje de otros.
Algunas personas leerán dichas notas y pensarán que son ciertas, otras tantas farfullarán que son mentiras, y así, el pueblo Mexicano sigue dando vueltas sobre si mismo, correteando su cola.
¿Qué contenido publican dichas notas? La mayoría simples falacias, malos manejos de información, mentiras y una que otra burda exageración, sin embargo muchos Mexicanos – sobre todo aquellos que gozan de hacer lucir mal al actual gobierno – toman como hechos dicha “información”, y se regodean al saber que su presidente está gordo, o no sabe hablar Inglés.
Aquí lo triste es pensar a lo que se está dedicando la casta política que pertenece a la oposición, básicamente se han vuelto los niños odiados de primaria que señalaban a sus compañeros ante la maestra y quienes nunca agradaban a nadie, más que a los otros dos niños ñoños que actuaban igual que ellos – claro, mientras estos no fueran evidenciados entre ellos.
Todo nuestro dinero – el que se asigna por una estúpida ley electoral a los partidos políticos que muchas veces ni siquiera figuran en las boletas electorales – se está yendo en alimentar a grupos que actualmente se dedican a generar un gran malestar emocional entre la población, y sobre todo prolongando y extendiendo la desafortunada división de clases sociales que alguna vez realizara López Obrador.
A través de señalamientos francamente OBVIOS, personajes como Marko Cortés – dirigente del Partido Acción Nacional – esperan ser reconocidos como “grandes políticos” por “ver más allá de la farsa” que representa el actual y primer gobierno federal de izquierda en México. Pero, ¿en serio? ¿acaso el señor creerá que somos tan tontos que somos incapaces de ver los errores que comete el gobierno?
Lo notamos, nos damos cuenta, nos oponemos, sin embargo perdemos la voz para dialogar sobre problemas legítimos ante tanto grito y ladrido desesperado de millones de personas que reducen la política a expresarse con desdén sobre el político al que dicen odiar, a agredir a opositores del mismo y a repetir neciamente sin analizar un solo segundo lo que dicho sujeto ladra en sus redes sociales y demás medios informativos.
La política antes era propuesta, señalar los problemas y sugerir alguna acción que solo se podría lograr si el político candidato a funcionario público lograba alcanzar el puesto, para lo que requería el voto de los ciudadanos, sin embargo ahora se reduce a señalar lo obvio y hacer gran escarnio en simplezas e ingénuas falacias, como siempre producto de un político desesperado por restarle poder a su opositor – claro, a costa de un gran malestar psicosocial provocado por la interminable pelea de perseguirse la cola.
Aunque en el fondo tal vez tenga razón al creer que haciendo enojar a la gente logre cambiar algo, pues nuestro país es uno que construye su realidad basado en creencias, y tan es así que según algunas encuestas los Mexicanos prefieren CREER que SABER, y esa gran diferencia tiene sumido al país en un abismo intelectual del cual difícilmente podremos escapar si seguimos tomando como hecho lo que los asquerosos líderes morales de la política mantengan su control sobre la mente de estos individuos.
…y es que hay que ser honestos, la mayoría del país está dividida entre solamente DOS ideologías políticas, y tan es así que cuando alguien en general hace una contrapropuesta a algún punto, inmediatamente se asume que es de la oposición y por ende comienza una batalla, impidiendo que se pueda lograr una alternativa real.
Tal vez el punto más importante sería analizar, ¿cuánto nos están costando nuestros políticos? ¿es factible costearlos? ¿conocen ellos a fondo las problemáticas de TU comunidad? ¿de verdad le conviene y le alcanza el dinero a México para costear las actividades de un puñado de personas que solo aspiran a TU dinero y al poder? ¿acaso ellos son mejores que tu, yo o el Mexicano promedio? ¿acaso ellos son más listos y saben más que tú?
Sabemos que no es así, entonces, ¿porqué les seguimos dejando a cargo nuestro hermoso país si podemos hacerlo nosotros mismos? Encontrar aquellos ciudadanos bien preparados, honestos, honrados, con valores y con ganas de legitimamente servir al país, darles la oportunidad de hacerlo, y crear organismos de observación conformados por ciudadanos comunes y corrientes, comprometidos, para poder ver realmente donde se va NUESTRO dinero, y asegurarnos que se cumpla con dichas inversiones la resolución de los problemas que aquejan a cada segmento de la población.